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Economía mexicana libra el impacto de conflicto tras la tregua en Oriente Medio, por ahora

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Víctor Flores García

Ciudad de México.- Ante la tregua entre Israel e Irán, la economía mexicana sortea el impacto del conflicto en Oriente Medio que frenó en seco una crisis que amenazaba con afectar al tipo de cambio, generar inflación por el aumento del precio del petróleo, y disrupciones en el comercio exterior enfocado hacia EU.

El Coordinador del Laboratorio de Análisis en Comercio, Economía y Negocios de la Universidad Nacional Autónoma de México, José Ignacio Martínez Cortés, dijo a la Agencia Sputnik que permanecen latentes las consecuencias tras el sorpresivo ataque perpetrado por el Gobierno del presidente Donald Trump a Irán, el fin de semana pasado.

“Está latente una crisis de suministro de petróleo y gas, provocando incremento en combustibles fósiles, lo cual afectaría la importación de gasolinas y gas, reflejándose en un incremento de la inflación”, estima el economista.

Una perturbación en el comercio internacional se sumaría a las políticas económicas proteccionistas de Trump, que causaría además la disminución de las importaciones de EU, principal socio y destino de más del 80 por ciento de las exportaciones mexicanas.

PRESIONES EXTERNAS

El conflicto ensombrece más el horizonte para la segunda economía latinoamericana, que desacelera este 2025.

“Ello presionará aún más a la economía mexicana, qué está en umbral de recesión (…). De igual forma, el sector exportador tiende a perder ritmo por los aranceles que Trump impuso a México al acero y aluminio”, indica el experto.

La economía mexicana pasa por un momento de un fuerte enlentecimiento, con una notable contracción de sus actividades.

Cuando entró en vigor un alto el fuego entre Irán e Israel, el 24 de junio, tras 12 días de hostilidades que dejaron cientos de muertos y miles de heridos, un suspiro de alivio recorrió los mercados financieros mexicanos.

Sin embargo, la amenaza que permanece es que Irán cierre el paso por el estrecho de Ormuz, por donde atraviesa casi el 30 por ciento del crudo que se consume a nivel internacional, y el 27 por ciento del comercio de mercancías, explica el economista.

“Como México es importador neto de gasolina -a pesar de ser un país productor de crudo-, vamos a ver que al aumento del precio de los combustibles en la economía internacional se sumaría a los dos meses de inflación al alza”, anticipa el académico.

Otra medida externa que complica el horizonte mexicano es el impuesto del 5 por ciento a las remesas enviadas desde EEUU, que suman más de 64.000 millones de dólares, una iniciativa de Trump aprobada por el Congreso.

Falta considerar, además, que las tensiones internacionales pueden afectar a la producción industrial estadounidense, una caída que también repercutiría en cadena a la economía mexicana, con un efecto aumentado.

“Los costos en EU también generan un mayor crecimiento inflacionario, aunado a una caída del empleo”, puntualiza el doctor en economía.

LECCIONES DE 12 DÍAS DE GUERRA

Por su parte, el director de negocios de Banco Base, Nicolás Eguiarte, señala entre las consecuencias para México la aversión al riesgo, que podría generar mayor volatilidad del tipo de cambio, presionar al alza el precio del petróleo, con posibles disrupciones en las cadenas de suministro, y cambios en patrones de consumo en EU, que frenarían la dinámica de las exportaciones mexicanas.

Eguiarte ilustra su tesis con el comportamiento de los mercados financieros: “A partir del inicio formal de las operaciones bélicas, el tipo de cambio tiende a regresar a niveles previos, mostrando un comportamiento clásico de acumulación de volatilidad previo a la noticia, y luego regresando una vez que se confirma el inicio de las operaciones”, explica.

Ante el inicio de las hostilidades, los precios internacionales de crudo mostraron en un primer momento un alza.

Luego, cuando se confirmó el 23 de junio el alto al fuego, estos volvieron a desplomarse recuperando el terreno perdido en las jornadas previas, explica.

INCERTIDUMBRE

“En promedio, y posterior al inicio del conflicto, el tipo de cambio recuperó sus niveles previos en 46 días”, detalla el experto.

Como ocurrió en los conflictos armados de 2001 y 2003 en Oriente Medio, el tipo de cambio podría depreciarse previo al inicio de una escalada militar mayor en EU, en caso de que la tregua para contener el conflicto fracase, apunta Equiarte.

Sin embargo, en caso de una escalada en las tensiones y si el conflicto no se resuelve de forma duradera, con una intervención mayor de EU en Oriente Medio, “entonces podríamos ver un tipo de cambio de hasta 20,21 pesos”, anticipa el funcionario del banco privado.

Esta volatilidad podría persistir, de acuerdo con lo que pasó en los dos conflictos previos del 2001 y 2003, en el periodo de los 90 días previo al inicio de las operaciones.

Si EU responde a cualquier nuevo acto hostil de Irán con una segunda ofensiva, podría desencadenar un conflicto prolongado.

En ese marco, la vocera de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, señaló que Trump podría postergar la fecha límite del 9 de julio, para que entren en vigor los aranceles recíprocos que impuso a una lista de países, entre ellos México.

“Lo anterior también contribuye con la moderación de la aversión al riesgo”, puntualiza el análisis de Banco Base.

Finalmente, para aligerar más las tensiones, el secretario de Comercio de EU, Howard Lutnick, también envió señales positivas sobre acuerdos con otros países.

El jueves por la tarde, Lutnick comentó que tiene planeado cerrar acuerdos con 10 de sus principales socios comerciales en las próximas dos semanas, en una lista que encabeza la economía mexicana.

Mientras tanto, los actores económicos deshojan la margarita, atentos a los mercuriales humores del jefe de la Casa Blanca. (Sputnik)

Fuente: https://noticiaslatam.lat/

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