En el corazón de la capital alemana, la estación de servicio Rummelsburg alberga una peculiar atracción involuntaria: el Peoplemover. Desde 2007, este singular elevador no solo asciende y desciende, sino que se desplaza lateralmente cruzando las vías del tren, convirtiéndose en una experiencia que pone a prueba los nervios de los usuarios.
El Berliner Kurier describe este sistema, valorado en 700.000 euros (814.000 dólares), como una fuente de incomodidad para los vecinos locales. Los pasajeros quedan atrapados en una cabina claustrofóbica, con iluminación tenue, paredes descascaradas y un aroma característico a urbe. El traqueteo metálico durante el recorrido completa la atmósfera, evocando más una atracción de feria macabra que un transporte público.
La compañía Deutsche Bahn revela que, desde otoño de 2024, el Peoplemover sufre averías cada 4 días. Su inminente reemplazo por dos ascensores convencionales se ha demorado debido a su rareza técnica: solo existen dos unidades similares en todo el país, haciendo que los repuestos sean casi imposibles de conseguir.
Fuente: https://noticiaslatam.lat/
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