
Entre creatividad, política y soberanía: reflexiones sobre los últimos días en México
México ha vivido una semana en la que se han conjugado decisiones que, aunque aparentemente distantes, comparten un hilo común: la defensa de principios esenciales que van desde la creatividad humana hasta la soberanía nacional.
Por un lado, la Suprema Corte de Justicia de la Nación reafirmó que el Derecho de Autor sigue siendo un privilegio exclusivo de la creatividad humana. La resolución niega el registro de obras generadas por Inteligencia Artificial, un tema que ha generado debate en todo el mundo. La Corte subraya que la originalidad, el intelecto y la experiencia que alimentan una obra son intrínsecamente humanas, y que la exclusión de la IA no contraviene tratados internacionales ni el T-MEC. Esta decisión marca un límite claro en la integración de tecnología y cultura, defendiendo que la autoría no puede ser delegada a algoritmos, por muy avanzados que sean.
En otro ámbito, el Senado de la República ha renovado su Mesa Directiva con la elección de Laura Itzel Castillo como presidenta. La transición parlamentaria se dio con una notable claridad: Gerardo Fernández Noroña se despidió del cargo y la nueva mesa se comprometió a privilegiar el diálogo y la institucionalidad. Este cambio refleja un intento de elevar la calidad del debate legislativo y de colocar la conducción de la Cámara en un terreno de acuerdos, más allá de las diferencias partidistas.
Finalmente, la política exterior y la defensa de la soberanía fueron el centro de atención con el posicionamiento de la Secretaría de Relaciones Exteriores sobre la intervención estadounidense en la lucha contra el crimen organizado. México reafirmó que la seguridad en su territorio es responsabilidad exclusiva de sus autoridades, recordando que la cooperación con Estados Unidos debe basarse en confianza mutua, respeto a la soberanía y coordinación sin subordinación. La postura oficial subraya que cualquier colaboración se dará bajo principios de igualdad y responsabilidad compartida, ratificando la autonomía del país frente a presiones externas.
En conjunto, estas decisiones recientes revelan que México transita por un camino en el que la defensa de lo humano, la institucionalidad y la soberanía son ejes fundamentales. Son recordatorios de que, frente a la tecnología, la política y los intereses internacionales, es posible establecer límites claros sin renunciar al progreso ni a la cooperación, pero siempre privilegiando los principios que sostienen la identidad y el futuro del país. Finalmente, hoy Claudia Sheinbaum dará su primer informe. A la espera de ¿qué dirá?