
La Universidad de Monterrey conmemoró este 8 de septiembre su 56 aniversario con una misa de acción de gracias presidida por monseñor Alfonso Cortés Contreras, arzobispo emérito de León, quien resaltó la misión educativa como un acto de esperanza y de construcción de futuro.
“El futuro que queremos construir y que queremos vivir nace en la educación”, expresó el prelado ante estudiantes, docentes, directivos y egresados reunidos en el Teatro UDEM. Durante su homilía, subrayó que la tarea de una universidad no se limita al conocimiento, sino que debe avanzar hacia la sabiduría, entendida como una formación integral que prepare a las personas para afrontar tanto el éxito como la adversidad.
Cortés Contreras, también responsable de la Dimensión Episcopal de la Pastoral Educativa y de Cultura, recordó que educar en la trascendencia significa formar en virtudes mayores. “A veces nos educamos en el ahorro y no en ser generosos también. Se nos enseña a triunfar, pero también debemos enseñar al ser humano al sacrificio, a afrontar el fracaso y la desilusión”, advirtió.
El obispo emérito recalcó que la universidad es “el mejor lugar para hacer un diálogo entre la fe y la cultura”, un espacio de encuentro que potencia el desarrollo humano y social.
El rector Mario Páez González, acompañado por vicerrectores y representantes de las cinco congregaciones religiosas fundadoras, recordó la visión inicial que dio vida a la institución: un proyecto con cimientos sólidos orientado al servicio del prójimo. “Han pasado ya más de 60 mil estudiantes, 60 mil graduados que son testigos del éxito de esta universidad, de aquella visión que se tuvo hace 56 años”, destacó.
La ceremonia cerró como un momento de reflexión y de renovación del compromiso institucional con la misión que ha guiado a la UDEM: formar personas competentes, íntegras y con una visión trascendente para transformar la sociedad.
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