
Como parte de su nueva estrategia de recaudación fiscal, las autoridades mexicanas contemplan la opción de gravar con tarifas de hasta el 50% a las importaciones de automóviles ligeros chinos.
Ante ello, el Gobierno de Xi Jinping expresó lo siguiente a través del portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores, Lin Jian: “Pekín se opone firmemente a cualquier coerción de otros para imponer restricciones a China bajo distintos pretextos, lo que socava los derechos e intereses legítimos de nuestro país”.
La postura del gigante asiático se da en medio de las presiones de EU a su vecino del sur para que no establezca tantos vínculos comerciales con China. Washington sostiene desde hace tiempo que México infringiría el T-MEC —tratado de libre comercio que regula a Norteamérica— si otorga beneficios fiscales o de cualquier otro tipo a las mercancías chinas.
“Esperamos que México nos acompañe en el camino de la promoción de la recuperación económica mundial y el desarrollo del comercio global”, sostuvo Pekín, que reiteró su oposición a “toda forma de unilateralismo, proteccionismo y medidas discriminatorias y excluyentes”.
El Gobierno de Claudia Sheinbaum presentó un proyecto de ley al Congreso, en el cual se contemplan aranceles a naciones que no tienen acuerdos de libre comercio con México. Actualmente, las importaciones de vehículos ligeros chinos a territorio mexicano están gravadas con tarifas de entre 15% y 20%.
Fuente: https://noticiaslatam.lat/
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