Las lluvias torrenciales que azotan diversas regiones de México han dejado hasta el momento 28 víctimas fatales, con Veracruz, Puebla, Hidalgo, Querétaro, San Luis Potosí y Guerrero como los estados más afectados, según los últimos reportes de autoridades federales y estatales.
Hidalgo concentra el mayor número de fallecidos, con 16 personas, principalmente por derrumbes en Tenango y Zacualtipán. Además, el estado registra 90 comunidades incomunicadas, 308 escuelas afectadas, mil viviendas dañadas y 17 municipios sin energía eléctrica.
En Veracruz, las lluvias cobraron la vida de dos personas, entre ellas un elemento de la Policía Municipal de Papantla que murió mientras intentaba rescatar a alguien, y un habitante de Los Reyes, en la zona de Zongolica, cuyo vehículo fue atrapado por un derrumbe. Hasta el momento, 48 municipios veracruzanos han reportado afectaciones, incluyendo el desbordamiento de los ríos Cazones, en Poza Rica, y Pantepec, en Huehuetla, así como deslizamientos de tierra en la sierra de Zongolica. En Álamo Temapache, se contabilizan al menos 5 mil viviendas afectadas, según Protección Civil federal.
En Puebla, se reportaron cinco muertes en la Sierra Norte y ocho personas desaparecidas, además de daños en 25 municipios debido a derrumbes, deslaves, caídas de árboles y aumento en el nivel de ríos. En Huauchinango, el reblandecimiento de la tierra provocó daños en viviendas y el desprendimiento de rocas bloqueó parcialmente la carretera México-Tuxpan. Las comunidades de La Máquina y La Ceiba, en Francisco Z. Mena, permanecen incomunicadas por el desbordamiento del río Pantepec.
En Querétaro, un menor perdió la vida en Pinal de Amoles tras el deslizamiento de una ladera. En San Luis Potosí, la región de la Huasteca mantiene alerta por la crecida de ríos y el cierre de algunos tramos carreteros.
Guerrero también registra afectaciones importantes, principalmente en Zihuatanejo, donde arroyos desbordados han arrastrado vehículos, y en la Región de Tierra Caliente, donde se reportan viviendas dañadas en Pungarabato.
Frente a la emergencia, la Sedena activó el Plan DN-III-E y la Coordinación Nacional de Protección Civil mantiene vigilancia permanente para atender a las comunidades afectadas y coordinar labores de rescate y auxilio.
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