
Víctor Flores García
Ciudad de México.- Organizaciones pesqueras, ambientalistas y comunitarias denuncian que la actividad petrolera en los estados costeros del Golfo de México contamina playas y mares, y exigieron al Gobierno la prohibición de la extracción de hidrocarburos, dijo en entrevista con la Agencia Sputnik Dayna Miranda Pérez, reconocida bióloga y activista ambiental mexicana de la zona costera.
“La petición que estamos realizando al Gobierno de México, es que se prohíba la extracción de hidrocarburos en aguas profundas del Golfo de México”, dijo a esta agencia la presidenta del Consejo Consultivo Tortugueros de Campeche (sureste), y vocera del grupo ecologista Protectores de Fauna.
La ambientalista con más de dos décadas de activismo dijo que más de 40 comunidades, cooperativas pesqueras, redes de defensa ambiental, exigen al Estado mexicano que comprometa esa veda petrolera ante la 30 Conferencia de las Partes (COP30) de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático, que se celebra en Brasil del 10 al 21 de noviembre.
La actividad petrolera daña la pesca, destruye empleos, causa desplazamientos de comunidades de estados costeros del sureste (Yucatán, Campeche, Tabasco y Veracruz), lamenta.
“Si bien hay regiones marinas que ya están otorgadas para explotación de hidrocarburos a empresas o personas desde hace muchos años, que son las que llevan a cabo esas extracciones, existe un polígono dentro del Golfo de México que todavía no está otorgado o concesionado a nadie”, explica la especialista.
La propuesta de ambientalista es un nuevo modelo de desarrollo que proteja ecosistemas marinos del Golfo de México y comunidades costeras, que de dependen de esa porción de mar de 1,6 millones de kilómetros cuadrados que el presidente de EEUU, Donald Trump, denomina Golfo de América, fue bautizado por ecologistas como “acuario del mundo”.
RETOS ECOLÓGICOS
Las pesquerías y ambientalistas de las costas encaran desafíos urgentes, dice la bióloga, promotora del área marina protegida Bajos del Norte, la más grande del golfo que comparten México, EU y Cuba, para salvar arrecifes de coral de 13.000 kilómetros cuadrados.
“Tenemos muchos retos año con año. Si bien hay afectaciones climáticas naturales que afectan a los ecosistemas, también tenemos los factores provocados por las actividades antropogénicas o empresariales”, explica .
La realidad de décadas de la industria petrolera en reservorios marinos muestra que el caso más grave es la extracción de hidrocarburos en aguas profundas del Golfo de México de más de 500 metros de tirantes de agua.
“La variedad de biodiversidad que tenemos presente en toda la costa y la sonda petrolera del Golfo de México es muy importante para las comunidades que viven día a día de la economía, de los recursos marinos, los recursos pesqueros”, considera la experta.
Esas comunidades denuncian ataques incesantes en contra de las especies del mar por la actividad industrial.
“En esas aguas del Golfo se vierten sustancias oleosas o hidrocarburos que llegan a las costas, provocadas por el exceso de extracción de hidrocarburos”, afirma la científica marina.
Las autoridades ambientales cuentan con protocolos de seguridad y salvaguarda para las especies, pero las comunidades de pescadores conocen que durante varias épocas del año hay presencia de derrames de hidrocarburos.
“Esas filtraciones de petróleo al mar no están siendo evidenciadas como debería de ser por las empresas o las instituciones estatales a cargo de su protección, y provocan grandes afectaciones al medio ambiente que mucha gente desconoce”, deplora.
PROTEGER ESPECIES AMENAZADAS
Un consejo de protección ambiental está integrado por nueve campamentos tortugueros en San Francisco de Campeche (sureste) y a lo largo de toda la costa, para proteger más de 200 kilómetros de costas.
En ese polígono existe una gran diversidad de especies de mamíferos marinos, en zonas arrecifales que se encuentran todavía en buen estado de conservación y que son de gran importancia para el gigantesco golfo.
“En esta zona debe existir una prohibición para que sean otorgados otros permisos futuros y no se puedan extraer petróleo en estas zonas”, plantea Miranda.
La activista describe que en los campamentos tortugueros, los activistas permanecen en las playas durante siete u ocho meses del año haciendo rondas a pie a lo largo de toda la costa
“Allí podemos evidenciar estas constantes emanaciones de hidrocarburos que llegan a nuestras playas”, lamenta.
Pero el plan de protección no se basa únicamente en impedir actividades petroleras.
“La petición al Estado es que en el polígono que se encuentra dentro del Golfo de México, que no está concesionado, se mantenga libre de actividades de extracción para poder cuidar esa biodiversidad que todavía se encuentra muy sana, y preservarla”, aclara.
La bióloga lamenta que las autoridades ambientales afirman que todo está bien en la zona, que se aplican protocolos, y máxima seguridad máxima.
“La realidad es que estamos levantando la voz para que sepa que hay afectaciones y problemas en nuestro ecosistema marino, que esperamos que en la COP30 que realiza en Brasil se escuchen las voces de las comunidades y el Gobierno tome en cuenta estas solicitudes”, enfatiza
Si continúa el daño ambiental en esas aguas marinas se terminarán por extinguir especies de gran importancia económica para las comunidades pesqueras.
“Se necesita de manera urgente que las autoridades planteen estrategias de manera más veraz y eficaces para el monitoreo de esas actividades derivadas de la industria petrolera”, exige.
SIN PREVENCIÓN
Las autoridades enlistan muchas estrategias para remediar los daños provocados por situaciones ambientales.
“Pero lo que se necesita con los protocolos de prevención, es cómo evitar que sucedan los derrames petroleros lleguen a las costas”, resume la entrevistada .
La exigencia es que las autoridades verifiquen de manera oportuna y previa las actividades que se está realizando el sector petrolero que impacta de manera grave toda la costa del golfo.
Resuma su exigencia con una frase: “No tiene caso remediar el mal cuando se puede prevenir antes”.
El Consejo Consultivo de Tortugueros de Campeche, que agrupa nueve campamentos, describió el impacto cotidiano en la costera Laguna de Términos.
“Podemos ver chapopote (alquitrán) en nuestras playas y en los caparazones de las tortugas”, indica la organización.
La exigencia final tiene un parámetro: velar por las más de 15 millones de personas que habitan en los estados costeros del Golfo de México.
Proteger el Golfo de México de la expansión de la actividad petrolera en aguas someras y profundas para garantizar la conservación de especies marinas y mitigar el cambio climático.
Las comunidades costeras tienen una esperanza: la restauración de ecosistemas y reparación del daño causado por derrames de hidrocarburos en territorios costeros, sería una muestra del compromiso mexicano ante la COP30. (Sputnik)
Fuente: https://noticiaslatam.lat/
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