
El descubrimiento del agua tibia: ahora resulta que los casinos lavan dinero
Y de pronto, como si se tratara de una revelación divina, las autoridades mexicanas descubren —en pleno 2025— que los casinos sirven para lavar dinero. No, no es broma. Después de décadas de ver desfilar fichas, luces, ruletas, cuentas misteriosas y apuestas imposibles de justificar, ahora resulta que alguien en el gobierno se sorprendió al enterarse de cómo operan estos centros de “entretenimiento”.
Grisel Galeano, procuradora fiscal de la Federación, explicó con tono serio que los casinos utilizan a personas físicas —jóvenes, estudiantes, amas de casa, jubilados—, muchas veces con engaños o mediante robo de identidad, para mover dinero sucio. Que por medios electrónicos se les envían tarjetas prepagadas o códigos premiados, que con ese dinero se apuestan en línea o en locales físicos, y que las “ganancias” terminan en cuentas del extranjero. Todo un hallazgo, casi de laboratorio.
Según la propia procuradora, el sistema registra a estas personas como ganadores de millones, pero ni se enteran. Esos recursos viajan a paraísos fiscales, se blanquean y luego regresan a México disfrazados de ingresos legales. Y por si fuera poco, esta operación se ha repetido cientos o miles de veces. Sorprendente, ¿no?
Lo curioso es que mientras las autoridades internacionales —en especial las de Estados Unidos— detectaban los movimientos, aquí se mantenía la costumbre de mirar hacia otro lado. Hoy se presume que hay al menos 14 casinos bajo investigación, aunque no se revelan los nombres “por razones de confidencialidad”. Es decir, se sabe dónde se lava, pero el público no debe enterarse… no vaya a ser que se rompa el encanto.
La procuradora subraya que muchos de los involucrados no sabían lo que ocurría. Y probablemente, tampoco sabían los inspectores, ni los reguladores, ni los encargados de supervisar los flujos financieros. Porque si algo caracteriza a las autoridades mexicanas es esa pasmosa habilidad para descubrir las cosas justo cuando ya todo el mundo lo sabía.
Así que celebremos el nuevo milagro de la transparencia tardía: el gobierno acaba de descubrir que los casinos lavan dinero. Falta que mañana confirmen que en los tianguis se vende piratería y que en las campañas políticas se gasta más de lo declarado. Todo a su tiempo, que aquí las investigaciones se cocinan a fuego lentísimo.
Por cierto, sucederá lo mismo en la venta de refacciones fuera de las agencias que en ocasiones suelen venderlas al triple. En fin…veremos que resulta de está investigación y por supuesto ojalá y la autoridad sea sincera en darnos los nombres no solo de los casinos sino de los dueños.



