
La Secretaría de Administración abrió un espacio de reflexión para subrayar que frenar la violencia contra las mujeres empieza en casa. Durante el diálogo realizado en el marco del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, especialistas y autoridades coincidieron en que muchos patrones nocivos se originan en la infancia, disfrazados de estereotipos que legitiman el control y la desigualdad.
La fiscal especializada en Feminicidios de Nuevo León, Griselda Núñez Espinoza, advirtió que las agresiones suelen germinar en dinámicas familiares marcadas por ideas que durante años se normalizaron. Recordó que salir de un entorno violento no depende de la voluntad de las víctimas, sino de factores estructurales, sociales y económicos que dificultan romper el ciclo. “Las mujeres no viven violencia porque quieren; viven violencia porque muchas veces no saben cómo salir de ella vivas”, subrayó, al tiempo que llamó a cuestionar frases cotidianas como “calladita te ves más bonita” o “ya vas a llorar como niña”, expresiones que han encubierto conductas dañinas dentro de los hogares.
La secretaria de Administración, Gloria Morales, coincidió en que la raíz del problema se siembra desde la formación en casa, donde se reproducen roles, chistes y actitudes que normalizan la desigualdad. Afirmó que, aunque el Estado trabaja para fortalecer sus instituciones, el cambio más profundo ocurre en los hogares. “La violencia no surge de afuera hacia adentro; empieza en casa, en los roles impuestos, en los chistes heredados. Y debe terminar ahí mismo, educando con respeto, empatía y corresponsabilidad”, apuntó. Llamó a servidores y servidoras públicas a asumir un papel activo en la transformación desde sus familias y espacios laborales. “Hoy somos una generación que ya no calla. No basta con sancionar, tenemos que transformar cómo educamos y cómo convivimos”, añadió.
En su intervención, Núñez insistió en distinguir entre tradiciones que fortalecen la comunidad y aquellas que deben desaprenderse porque perpetúan la violencia. Explicó que los estereotipos no son negativos por sí mismos, pero se vuelven dañinos cuando limitan derechos o imponen roles basados únicamente en el género.
El encuentro, celebrado en el auditorio del Museo de Historia Mexicana, reunió a más de 120 servidores públicos, quienes reflexionaron sobre la responsabilidad de construir hogares donde niñas y niños crezcan libres de actitudes violentas normalizadas. Al finalizar la jornada, Gloria Morales entregó un reconocimiento a la fiscal, reiterando que el Gobierno del Estado reforzará la sensibilización desde una perspectiva familiar, educativa y social. “Romper los círculos de violencia no es una tarea del futuro, es una responsabilidad del presente”, concluyó.




