
El Congreso federal dio un paso decisivo para combatir la tala ilegal y la degradación ambiental, al aprobar modificaciones que elevan sustancialmente las sanciones para quienes destruyan bosques y ecosistemas del país. La medida fue impulsada por el presidente de la Junta de Coordinación Política, Ricardo Monreal Ávila, quien advirtió que el deterioro ambiental ya representa una amenaza directa para la humanidad.
El diputado de Morena señaló que los artículos 418 y 420 Quáter del Código Penal Federal se encontraban rebasados por la realidad, pues las penas actuales permiten que quienes cometen estos delitos eviten la cárcel. Por ello, a nombre de los coordinadores parlamentarios, presentó reservas para fortalecer el dictamen y volver “más duras y más rígidas las sanciones contra todo aquel talador, contra todo aquel que está violando y destruyendo los bosques del país”.
Monreal subrayó que el país enfrenta cifras alarmantes. Tan solo en 2020 se talaron ilegalmente casi 130 mil hectáreas, mientras que entre 2010 y 2016 se acumularon más de 91 mil hectáreas devastadas. Recordó que México ha sido sancionado internacionalmente por no cumplir con los compromisos asumidos ante la Convención sobre Comercio Internacional de Especies Amenazadas (CITES), que exige castigos más severos para los delitos ambientales.
“Esa es la idea de endurecer las penas en una materia que, a pesar de ser garantista mi posición, creo que por la humanidad y por las futuras generaciones vale la pena legislar”, expresó.
El legislador advirtió que la tala no solo afecta bosques, sino también ecosistemas marinos y especies en peligro crítico, como la vaquita marina o las mariposas monarca, cuyo hábitat se vuelve cada vez más frágil por la destrucción forestal.
Recordó que, en décadas pasadas, políticas públicas equivocadas impulsaron desmontes masivos para convertir bosques en terrenos agrícolas, lo que terminó por generar zonas desérticas y daños irreversibles. “Destruyeron los bosques y nunca pudieron satisfacer el propósito de convertir esas tierras en cultivo”, apuntó.
Monreal afirmó que la reforma permite corregir esa tendencia histórica y cumplir un compromiso internacional que México arrastra desde 1991. Consideró que el avance legislativo responde a demandas de las nuevas generaciones, conscientes de la urgencia ambiental.
“Hoy estamos cumpliendo este gran propósito de reclamos de las nuevas generaciones en nuestra contra. Creo que todos debemos sentirnos satisfechos por este tipo de reformas”, manifestó, al agradecer a los diputados José Elías Lixa, Reginaldo Sandoval, Carlos Puente y Rubén Moreira por respaldar las reservas.
Con este ajuste legal, el Congreso busca colocar un verdadero freno a la devastación ambiental, endureciendo el marco penal para que la destrucción de los bosques deje de ser un delito sin consecuencias.
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