El mediodía de este viernes no se sintió como cualquier otro en Monterrey. En el estudio de Telediario Vespertino, donde durante casi cinco décadas María Julia Lafuente marcó el ritmo informativo de la ciudad, el ambiente se cargó de una energía distinta: mezcla de nostalgia, nervios discretos y una certeza compartida de que algo histórico estaba por ocurrir. Puntual, firme y con ese característico temple que la volvió parte de la vida cotidiana de miles de hogares, “La Lic.” apareció frente a cámaras para conducir su última emisión.
Los últimos minutos del noticiero se transformaron en un pequeño rito colectivo. María Julia, con voz emocionada pero sin perder su tono directo, agradeció al público por acompañarla a lo largo de 48 años. Habló de alegrías, retos, impotencias y de todos esos días en los que, aun con la tormenta encima, su equipo logró —como ella dice— “sacar el barco a flote”. Fue un mensaje que se sintió íntimo y público al mismo tiempo, como si resumiera medio siglo de vida frente a la pantalla.
El estudio entero estaba atento. Su compañero Erik Solheim Rocha, conocido por viralizarse por sus imitaciones de la propia periodista, la escuchó con respeto absoluto. Detrás de cámaras, productores, reporteros y técnicos seguían cada palabra. Ella no solo agradeció a Multimedios; también se tomó el tiempo de reconocer a colegas, a quienes la apoyaron, incluso a quienes la cuestionaron. “Aprendí de todos”, dijo, cerrando un ciclo con una elegancia que se volvió parte de su sello personal.
En un momento clave, la periodista puso sobre la mesa la razón de su pausa: simplemente vivir. “Ser María Julia Lafuente Salinas”, dijo, con la certeza de quien sabe que es hora de mirar hacia adentro. Disfrutar a su esposo, a su familia, a sus amigos. Después de casi 50 años sin descanso, la frase no sonó a retiro, sino a recuperación. Y sin embargo, dejó una puerta más que abierta: 2026 podría traerla de vuelta. Ese guiño fue suficiente para encender las expectativas del público regiomontano.
Fuera del estudio, las reacciones se dispararon. Desde figuras públicas como Mariana Rodríguez hasta televidentes de distintas generaciones, todos coincidieron en algo: el vacío que deja su salida es tan grande como su legado. No por nada su carrera abarca coberturas históricas, momentos virales y una influencia reconocida incluso por quienes no veían Multimedios regularmente. María Julia se convirtió en una presencia que definió cómo se consume la noticia en Nuevo León.
Mientras tanto, en el mismo noticiero, se anunció que Luis Carlos Ortiz tomará la conducción de Telediario Vespertino y que una nueva etapa se prepara dentro de Multimedios. Incluso se insinuó un proyecto “nunca antes visto” donde, por supuesto, María Julia estaría incluida. Así cerró la emisión: con aplausos, abrazos y una pantalla que decía “Próximamente”. Una despedida conmovedora, sí, pero también un recordatorio de que las figuras que se vuelven historia nunca se van del todo.
Por: Abril Ledesma- eitmedia.mx
