La mandataria Claudia Sheinbaum confirmó que no irá a la inauguración de la Copa del Mundo de la FIFA 2026, manteniendo su decisión de regalar a una niña de escasos recursos el boleto que se le entregó el pasado 28 de agosto. Sheinbaum destacó que su ausencia responde a la convicción de que esta experiencia puede transformar la vida de una menor que no tiene acceso a un evento de tal magnitud.
“No iría, así es. Pienso yo que es la oportunidad para quien no tenga esa oportunidad, y transforma vidas. Esa fue la decisión”, dijo la jefa de Estado.
Aun así, la mandataria aseguró que, si el 11 de junio acuden jefes de Estado como el primer ministro de Canadá, Mark Carney, o el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, México cumplirá con los protocolos diplomáticos y se les recibirá adecuadamente. También señaló que la posible compañía de la niña al ingresar al Estadio Azteca se definirá con la FIFA y los organizadores.
Esta decisión marca un hecho inédito: será la primera vez que un jefe de Estado no acude a una inauguración mundialista en territorio nacional. En 1970, Gustavo Díaz Ordaz encabezó la ceremonia de apertura en el Estadio Azteca, en medio de abucheos y tensiones sociales tras la represión del movimiento estudiantil de 1968. Su presencia quedó registrada como una de las más polémicas en la historia del fútbol mexicano.
En el Mundial de 1986, la inauguración estuvo a cargo del entonces presidente Miguel de la Madrid, quien también enfrentó desaprobaciones del público derivadas de la crisis y las secuelas del terremoto de 1985.
