
Entre cifras, concursos y tragedias, el país sigue girando
Mientras desde el escritorio oficial se insiste en que Michoacán va “por buen camino”, la realidad se empeña en interrumpir el discurso. Hace no mucho, un coche bomba —algo que en cualquier otro lugar se llamaría sin rodeos un ataque terrorista— sacudió al estado y luego desapareció del relato público, sustituido por gráficas, promedios diarios y boletines que buscan tranquilizar más que explicar. Porque, al parecer, cuando los números avanzan, los sobresaltos se archivan.
En 35 días del llamado Plan Michoacán por la Paz y la Justicia, la autoridad presume 241 personas detenidas, un promedio de casi siete aprehensiones diarias. El Gabinete de Seguridad informó que tan solo este lunes fueron arrestadas 28 personas, con el aseguramiento de armas, cartuchos, cargadores, artefactos explosivos improvisados y vehículos. Según el comunicado oficial, estas acciones buscan brindar seguridad y confianza a pobladores y trabajadores, con recorridos a pie y visitas a empacadoras e industrias cítricas en municipios como Apatzingán, Buenavista, Tomatlán, Zitácuaro y otros puntos del estado. El despliegue, encabezado por fuerzas federales, se activó días después del asesinato del alcalde de Uruapan, Carlos Manzo Rodríguez, ejecutado en plena plaza pública durante el Día de Muertos. Desde entonces, el balance suma también vehículos asegurados, campamentos desmantelados, tomas clandestinas inhabilitadas, drogas y miles de litros de sustancias químicas decomisadas. Todo muy ordenado en el papel.
En otro frente, el ruido no viene de explosivos sino de pasarelas. Miss Universo anunció que cierra sus oficinas en la Ciudad de México y traslada toda su operación a Nueva York. El argumento oficial habla de “ataques infundados” y “motivaciones políticas” que, según la organización, impiden un entorno estable para operar. La explicación suena elegante, aunque llega justo después de que se difundieran señalamientos contra uno de sus propietarios, el empresario Raúl Rocha Cantú, quien enfrenta desde 2024 acusaciones por presuntos delitos de tráfico de drogas, armas y combustible robado, mismas que ha negado. En el comunicado, firmado por él mismo, no se detalla quién ataca ni desde dónde, pero sí se deja claro que México ya no resulta cómodo. Las coronas brillan, pero no tanto como para quedarse cuando el reflector apunta en otra dirección.
Y mientras las autoridades cuentan detenidos y los certámenes hacen maletas, la realidad vuelve a imponerse sin discursos ni comunicados. En el Estado de México, el desplome de un jet privado que partió de Acapulco dejó un saldo de 10 personas fallecidas, sin sobrevivientes. Hasta ahora, se han recuperado siete cuerpos. No hubo narrativa optimista ni comunicado extenso, solo el golpe seco de los hechos.



