
México enfermo
Vemos sin erradicar las diferencias sociales. Mientras muy pocos gozan de todo, la población mayoritaria carece hasta de lo indispensable.
Trabajo, en las ciudades progreso, abunda. Para mantener el sistema activo. Las vacantes rotativas de obreros. Fidelidad al esclavista. Jornadas extendidas. Devorados utópicos.
Crece la cantidad de familia. Eufóricos desafían mediante la cerveza, la legalización de la mariguana. Crico de por medio, aguantan hasta tres días sin dormir. Nuevos barrios periféricos. Imposibles de caminar a la caída del sol.
Armas largas, cortas y la doble cara de la iglesia exacerbada. Homilía demanda obediencia ciega. Terrorismo empresarial. Besa la mano de quien mantiene. Si es tan maligno el comunismo, como es entendible en el capitalismo la cantidad de pobres, muertos de hambre, vagabundos, homicidas y super inflación.
La nación vecina del agente naranja ni siquiera puede ayudar a sus enfermos. Letalidad. Ahorros esfuman las primeras citas médicas. Tarifa de muerte.
Si a los estadunidenses les da gripa, a lo mexicanos nos crece el tumor, la pulmonía y un seguro social tan lento.
Ni el IMSS, ISSSTE o las instancias estatales destierran la burocracia de los ladrones sindicalizados.
Los puede escuchar sin menor problema de conciencia su fantasmal acontecer. En la Unidad de Cuidados Intensivos después de medianoche la enfermera dicta la pausa cínica.
Medicamento controlado sobrante para venta. Las bitácoras mencionan la utilización. Mas no han sido utilizado en el enfermo terminal. A esos personajes metástasis en nivel cuatro.
Van ya de salida, como el año.
Prestadores de funerales presentan condolencias por adelantado. El folleto para hacer menos pesado el transito de la morgue a la funeraria, el horno crematorio o el panteón.
México enfermo. En su suelo el arsénico, cianuro y miles de partículas contaminantes, en los cimientos de sus viviendas.
En el aire, el ángel de la desolación convoca enfisema, detonadores de cambios de conciencia y humores.
Morir es cosa seria. Pero hacerlo todos los días, resulta inconfesable.




