
Ciudad de México.– Lo que pudo haber sido una oportunidad para atender los grandes pendientes del país terminó, según la diputada Fuensanta Guerrero, como un episodio marcado por la imposición y el autoritarismo. La legisladora federal del PRI acusó al bloque oficialista de Morena, PT y PVEM de haber utilizado el periodo extraordinario en la Cámara de Diputados únicamente para concentrar poder, restringir libertades y legalizar el espionaje.
Para la representante por Zacatecas, lo aprobado entre el 23 de junio y el 1 de julio no solo ignora las verdaderas necesidades de las familias mexicanas en materia de salud, educación o seguridad, sino que representa “uno de los episodios más oscuros del Congreso”.
Guerrero denunció que con el pretexto de las reformas en seguridad, telecomunicaciones y búsqueda de personas desaparecidas, se aprobó un paquete legislativo que, en sus palabras, “cumple los caprichos de la presidenta Claudia Sheinbaum”. Entre las modificaciones más graves, destacó que ahora el gobierno puede tener acceso a información personal como la CURP, ubicación, cuentas bancarias y redes sociales, todo sin necesidad de una orden judicial.
“No solo militarizaron la seguridad —afirmó—, también colocaron a la Guardia Nacional bajo control directo de la Presidencia y transformaron la Unidad de Inteligencia Financiera en un instrumento para perseguir ciudadanos, mientras siguen abrazando a delincuentes”.
El cierre del periodo extraordinario llegó con la aprobación de la llamada “súper CURP”, una base de datos biométrica que, lejos de ofrecer seguridad, dijo, busca “vigilar, no proteger”. Para Guerrero, estas reformas no son parte de una transformación, sino señales claras de un régimen cada vez más autoritario. “Esto no es una transformación; es un paso más hacia la dictadura”, concluyó.
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