
Una iniciativa que apunta directo a las omisiones de gobierno tomó forma esta semana en el Congreso local. La diputada Marisol González, de Movimiento Ciudadano, propuso reformar la Ley de Responsabilidad Patrimonial del Estado y Municipios de Nuevo León para que los errores de la autoridad no se resuelvan solo con indemnizaciones, sino con consecuencias reales para quienes los provocan.
Durante la presentación, González no escatimó en señalar lo que considera un caso evidente de negligencia: parques en Santa Catarina donde, en lugar de instalar materiales seguros, se arrojó madera triturada procedente de tarimas industriales, muchas veces con clavos, tornillos y residuos metálicos. “Esto no sólo es incómodo, es peligroso”, afirmó, mientras mostraba fotografías de niños heridos, mascotas lastimadas y ciclistas accidentados.
La iniciativa busca adicionar el artículo 27 Bis a la Ley vigente, con el fin de que, cuando se detecten posibles faltas administrativas durante procedimientos por responsabilidad patrimonial, se obligue a las autoridades a remitir los casos al órgano de control interno correspondiente. Es decir, que no se resuelva todo con un cheque y un “usted disculpe”.
“La reparación del daño no debe verse como el final, sino como el inicio de una revisión institucional”, sostuvo la legisladora, al exigir que se investigue y sancione a los responsables de decisiones que comprometen la seguridad pública.
En su intervención, González comparó la improvisación de Santa Catarina con el diseño intencional y seguro de parques en San Pedro Garza García, donde el mobiliario infantil incluye troncos naturales debidamente tratados. “La diferencia es abismal. Lo que se hizo en Santa Catarina es una muestra más de que se gobierna sin cuidado por la gente”, sentenció.
Junto a la reforma legal, presentó un exhorto dirigido al Ayuntamiento de Santa Catarina para que retire de inmediato los materiales peligrosos y refuerce la supervisión de todas las obras públicas, activas o suspendidas. “Estamos hablando de madera flamable, con clavos y astillas, tirada en plena temporada de calor extremo. Es una irresponsabilidad enorme. Lo mínimo que debe hacer el municipio es retirar todo ese material antes de que ocurra una tragedia”, alertó.
Y remató sin rodeos: “No estamos pidiendo nada extraordinario: sólo que hagan su trabajo con el mínimo sentido común y respeto por la seguridad de las familias”.
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