Daniel Arizmendi, conocido como El Mochaorejas, obtuvo una resolución que lo favorece en uno de los expedientes que arrastra desde los años noventa. Una jueza federal en el Estado de México lo absolvió del delito de secuestro al concluir que la entonces Procuraduría General de la República no aportó elementos suficientes para comprobar la privación de la libertad por la que fue acusado.
La jueza Raquel Ivette Duarte, del Segundo Distrito Penal, ordenó su liberación únicamente respecto de esta causa, después de 27 años de encierro. Sin embargo, el fallo no significa que Arizmendi pueda abandonar el penal federal de Durango. En la misma sentencia se le declaró culpable de delincuencia organizada y se le impusieron ocho años de prisión, pena que ya se considera cumplida por el tiempo que lleva tras las rejas.
A pesar de ello, su salida no está contemplada. La jueza aclaró que esta resolución solo aplica para el expediente revisado y que el criminal aún enfrenta otras condenas que mantienen vigente su estancia en prisión. El caso Mochaorejas, uno de los más notorios en la historia reciente, continúa sin un cierre definitivo.
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