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Un “ave del terror” gigante vivió en costa argentina hace 8 millones de años

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Montevideo (Mesa Américas).- Hace unos ocho millones de años, un ave gigante con garras en las que apoyaba dos dedos cazó en las costas atlánticas de la actual provincia argentina de Río Negro (sur) y por sus huellas fósiles sería un espécimen aún sin registrar, según un comunicado del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET).

“Estas son las primeras huellas que pueden asignarse con cierta confianza al grupo de las aves del terror o fororracos. No se conocen en otra parte del mundo, aunque es esperable que este hallazgo facilite su reconocimiento en otras regiones”, explicó Ricardo Melchor, investigador del CONICET a cargo del estudio.

El animal, bautizado Rionegrina pozosaladensis, habría pesado un mínimo de 55 kilos y en el momento de dejar las huellas se movía lentamente por la zona.

Añadió que muestran un gran dedo central y otro lateral, los que serían el apoyo principal; tienen, a su vez, un dedo interno muy reducido y casi no se ve apoyos del talón.

Estas características del pie indican marcadas adaptaciones para la carrera, es decir que corresponden a un ave corredora.

“Esto se complementa con una gran garra en el dedo interno, la cual creemos que llevaba elevada y sólo tocaba la tierra la punta de la misma. Esta garra habría servido para inmovilizar a la presa, tal como lo hacen las chuñas actuales”, dijo el científico.

Las huellas de unos 40 centímetros de largo fueron encontradas por un guarda ambiental en un área natural protegida llamada Pozo Salado, que hace 8 millones de años era un ambiente desértico con rocas y lagos que funcionaban como oasis.

Los científicos que asistieron al lugar tomaron unas 400 imágenes del conjunto de huellas y una muestra de ceniza volcánica que había por encima de los rastros, cuya edad se determinó con un análisis geoquímico.

Melchor explicó que las huellas encontradas se diferencian de las de ñandúes actuales o fósiles porque estos apoyan tres dedos.

“Las únicas aves corredoras de gran tamaño son el grupo extinguido de las ´aves del terror´ o fororracos, cuyo registro es bastante extenso en Argentina. Aunque los huesos de las patas de los fororracos se preservan raramente, una comparación con los restos conocidos sugiere que estas huellas serían de un ave del terror aún no registrada”, explicó el científico.

Fósiles del ave que precedió a Rionegrina, descubiertos en 2007 y llamada Kelenken, también fueron hallados en la provincia pero se descartó que fueran sus huellas ya que su peso era mayor a 200 kilos por lo que el rastro sería más grande, agregó.

Fuente:https://sputniknews.lat

Foto: Tomada de https://twitter.com/Curiotweet1

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