sábado, 2 agosto 2025
26 C
Monterrey

Gerardo Ledezma

Últimas Noticias

Democracias a la carta: 90 días para México, años ilimitados para Bukele

México respira, aunque solo por 90 días. Una tregua temporal concedida por Estados Unidos —gracias a la diplomacia de “cabeza fría” de la presidenta Claudia Sheinbaum— ha evitado, por ahora, la imposición de aranceles. Según ella, “tenemos el mejor acuerdo posible”, y si se compara con lo que le tocó a Canadá en tiempos de Trump, quizás hasta tenga razón. Pero que no se nos olvide: esto no es una victoria, es una cuenta regresiva. El reloj ya está corriendo.

Mientras tanto, en El Salvador, el reloj parece haberse detenido… o más bien, lo detuvieron. El Congreso, con una obediencia que raya en lo cómico si no fuera tan trágico, le ha concedido a Nayib Bukele la posibilidad de reelegirse indefinidamente. Y por si fuera poco, también le ampliaron el periodo presidencial de cinco a seis años, eliminaron la segunda vuelta y sincronizaron todas las elecciones. ¿Democracia? Solo en la fachada.

“Esto es un abuso de poder y una caricaturización de la democracia”, dijo Claudia Ortiz, una de las pocas voces opositoras en ese mar azul oficialista. Y si alguien pensaba que era exageración, ahí está Miguel Montenegro, desde la Comisión de Derechos Humanos, advirtiendo que “la democracia ya no existe”.

El argumento de los oficialistas es casi una obra de teatro de lo absurdo. “En ningún momento se busca que se quede un solo presidente y nunca más hayan elecciones”, afirmó con toda seriedad la diputada Suecy Callejas, mientras votaban precisamente por eso. El presidente del Congreso, con igual solemnidad, agradeció a sus colegas por “hacer historia”. Vaya que lo hicieron.

Desde fuera, Juanita Goebertus de Human Rights Watch lo resumió sin rodeos: El Salvador va por el mismo camino que Venezuela. Popularidad convertida en cheque en blanco, concentración de poder, y una democracia que ya solo existe en los discursos oficiales.

Y mientras algunos celebran sus reformas con fanfarrias, otros, como la diputada Marcela Villatoro, ponen el dedo en la llaga: “Este día ha muerto la democracia en El Salvador. Se quitaron las máscaras”.

Así que mientras México negocia con Estados Unidos contrarreloj y presume su mejor cara al mundo, justo al sur se consolida un régimen cada vez más difícil de distinguir de una dictadura. Pero no hay que alarmarse, nos dirán, “todo está bajo control”… hasta que ya no lo esté.

PD: Algunos datos de lo acontecido en El Salvador fueron tomados de https://www.swissinfo.ch/