Una multitud vestida de negro llega, con sigilo y parsimonia, al vestíbulo del Congreso de Nuevo León. Los músicos afinan sus instrumentos; los camarógrafos se acomodan. A las 10:06 da inicio el homenaje póstumo al director jurídico del Congreso, Ricardo Flores Suárez, quien fue asesinado en San Nicolás la noche del 31 de julio.
La serenata para cuerdas de Haydn rompe la quietud. Mientras, van llegando más dolientes y amigos. Entre murmullos, algunos se ponen de acuerdo sobre las guardias de honor. “¿Cómo nos acomodamos?”, preguntan. “No creo que pase de dos minutos”, comenta alguien más.
Entra, hasta el final, la familia del difunto: su esposa María del Rosario de la Rosa Cruz; sus hijos Alba, Jared, y Fausto. El diputado Carlos de la Fuente los guía hacia sus lugares cerca del féretro, que también acaba de llegar.
Los asistentes van adoptando otro lenguaje corporal: manos juntas, cabizbajos. Silencio absoluto. Tras 8 piezas musicales, a las 11:13 comienzan las palabras. “Hablar de Ricardo Flores es hablar de alguien que siempre reía”, expresa la diputada Amparo Lilia Olivares sobre el difunto a quien apodaban “Cubi”. La panista ensalza las virtudes de Flores: su sentido del humor, sus conocimientos, su servicialidad.
Asimismo, Olivares hace un recorrido por la trayectoria del director jurídico: abogado egresado de la UANL, maestro en Derecho y Sistemas Electorales, Doctor en Proyectos Estratégicos, asesor jurídico de la Secretaría de la Función Pública, legislador federal, entre otros títulos y cargos destacados. Ricardo Flores militó en el Partido Acción Nacional por 21 años, llegando a ser consejero estatal y nacional.
“Exigimos a las autoridades que su caso no quede impune (…). Exigimos justicia y un ‘ya basta’ a este clima de violencia que nos arrebata a mujeres y hombres buenos”, concluye la legisladora.
Comienzan las guardias de honor, junto al féretro, alrededor de las 11:22. La primera le toca a Carlos de la Fuente, diputado panista; Heriberto Treviño, diputado del PRI; Arturo Salinas, presidente del Tribunal Superior de Justicia; y Alejandro Garza Garza, secretario de Seguridad y Protección a la Ciudadanía.
Van pasando diputados y funcionarios, líderes de partidos políticos, alcaldes de numerosos municipios. Del gobierno estatal sólo se encuentra Óscar Flores, subsecretario de Desarrollo Político. Pasa la familia y los amigos. Ellos sí derraman lágrimas. Ellos no guardan la compostura. Su dolor es genuino.
Tras 28 guardias de honor, se ofrece un minuto de aplausos a Ricardo Flores. Aproximadamente a las 11:52, con música de Bach, comienzan a llevarse el féretro.
Por: Paula Román – eitmedia.mx
