En una historia que desafía la tragedia con esperanza, una leona rescatada del abandono en el Ajusco y un león salvado de la violencia en Escuinapa se convirtieron en padres de una cachorra que nació el pasado 21 de mayo, apenas horas después de su llegada a un nuevo refugio en Mazatlán.
El alumbramiento ocurrió al día siguiente de la caravana que trasladó a más de 100 animales desde Ostok Culiacán hasta el nuevo santuario ubicado dentro de Bioparc El Encanto, en medio de un operativo motivado por las crecientes amenazas de seguridad en la capital sinaloense. Así lo dio a conocer Ernesto Zazueta, presidente de Ostok Sanctuary, quien consideró este nacimiento como un símbolo poderoso de supervivencia.
“La verdad es una historia digna de contar, su madre lo parió a unas horas de haber llegado a Mazatlán en un ambiente de mucho mayor tranquilidad y seguridad. Y bueno sus padres, cada uno pudo haber muerto, la leona en el total abandono de aquel predio del Ajusco y el león ahí entre las balaceras en un municipio que se ha convertido en una de las zonas más violentas”, relató Zazueta.
La pequeña leona, de apenas 20 días de nacida, es la prueba viviente de que la rehabilitación funciona. Su madre, rescatada hace tres años en condiciones críticas, logró sobrevivir gracias al cuidado recibido desde entonces. El padre fue encontrado este enero, encadenado y rodeado de cartuchos percutidos, con lesiones menores y evidentes signos de estrés. A pesar de sus historias marcadas por el maltrato y la violencia, ambos ejemplares hoy disfrutan de una nueva etapa de bienestar.
Aunque la madre no ha podido amamantar a la cría, el equipo de cuidadores la alimenta con biberón varias veces al día. Su salud es estable y se espera que continúe creciendo fuerte y sana.
Zazueta destacó que este nacimiento representa más que un acto natural: es una señal de que los animales no solo han sobrevivido, sino que ahora tienen la oportunidad de vivir plenamente. “En Ostok no solo encontraron una segunda oportunidad de vida, sino que ya hasta se reprodujeron y dieron vida a una cachorra muy sana cuya vida haremos todo lo posible para que sea muy diferente a la de sus padres”, dijo.
El santuario continúa con su labor de rescate, rehabilitación y conservación, con la visión de reintroducir a los animales a su hábitat o integrarlos a programas de preservación. “Porque no solo se trata de rescatar animales, sino de contribuir de la mejor manera posible con la conservación de sus especies”, concluyó.
Ostok Sanctuary Culiacán cerrará sus puertas esta semana. La violencia en la zona ha hecho inviable su operación. En su lugar, el santuario en Mazatlán se convertirá en un nuevo espacio de esperanza para cientos de animales que, como esta cachorra de león, comienzan a escribir una historia distinta.
Especial-Julio César Caro-eitmedia.mx
