La reciente reforma a la Ley General de Vida Silvestre, aprobada por la Cámara de Diputados, representa un paso firme en la defensa de los animales. Así lo consideró la diputada Azucena Arreola Trinidad, quien celebró que finalmente se escuche la demanda social que durante años ha exigido erradicar el maltrato animal.
“México está en un proceso de transformación profunda y la sociedad demanda cambios de esa misma envergadura, entre ellos nuevas leyes y políticas públicas que garanticen la protección y los derechos de los animales como seres sintientes”, expresó la legisladora.
Arreola Trinidad recordó que en el país existen 31 delfinarios que albergan a 450 delfines en condiciones que calificó como adversas y, en muchos casos, insalubres. “Los animales sufren maltrato, enfermedades y hasta la muerte”, señaló.
Con esta reforma queda prohibida la utilización de mamíferos marinos, incluyendo delfines, en espectáculos públicos, sean fijos o itinerantes. La norma también establece restricciones para su reproducción en cautiverio, salvo que el propósito sea la conservación de las especies.
Además, se estipula que los ejemplares de cetáceos deberán mantenerse en corrales marinos y no en estructuras de concreto. En casos donde esto no sea posible, las instalaciones deberán permitir el intercambio de agua con el mar, ya sea por flujo natural o mediante sistemas de bombeo.
Arreola Trinidad recordó que esta reforma da continuidad al cambio constitucional impulsado por el expresidente Andrés Manuel López Obrador, el cual elevó a rango constitucional la protección y cuidado animal.
“La demanda social de erradicar el uso de delfines en espectáculos tiene al menos 20 años, celebro que por fin haya sido atendida por la mayoría de Morena”, destacó la legisladora por Chiapas, al subrayar la importancia de que México avance hacia una legislación que garantice la vida y el bienestar animal.
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